DOMINGO 20 DE DICIEMBRE DE 2015
No se dice el Gloria
PREPARACIÓN:
Hermanos: Celebramos el cuarto
domingo de Adviento, y nos reunimos, a punto ya de celebrar la Navidad , en una espera
tranquila, sincera, ilusionada del Señor. Abrámonos a su constante venida, y
que esté muy presente en nuestra celebración de hoy, aquella joven llamada
María, que reconoció y acogió sin reservas al Hijo de Dios en su corazón, antes
aún que en su seno virginal.
Nos
ponemos de pie para comenzar esta celebración, cantando:
1ª.
LECTURA: (Miqueas 5, 1-4a)
Ya en las puertas de la Navidad , escuchemos hoy
unas palabras que desde lejos, desde tiempos antiguos, nos anuncian la
proximidad de Aquél que viene a salvar a su pueblo.
SALMO
RESPONSORIAL: (79, 2-3.
15-16. 18-19)
R. Restáuranos, Señor del universo.
2ª.
LECTURA: (Hebreos 10, 5-10)
Antiguamente los hombres no sabían
cómo llegar a Dios. San Pablo nos muestra que todo ha cambiado, ya que, en
Jesucristo, Dios se ha hecho presente entre nosotros.
EVANGELIO: (Lucas 1, 39-45)
Escuchemos ahora, en el santo
Evangelio, el anuncio de que Dios mismo viene a visitarnos, y es María
Santísima quien nos lo trae. Cantemos el Aleluya: nuestra bienvenida al Señor
que viene a salvarnos.
ENCENDIDO DE LA VELA DE ADVIENTO
Hoy encendemos las primeras tres
velas, y luego la cuarta de color violeta. Esta cuarta vela de Adviento representa
la ESPERANZA. Esta
vela nos hacer recordar a los pastores de Belén quienes esperaron pacientemente
la llegada del niño Jesús. También nos recuerda que como cristianos todos
estamos “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”
HOMILÍA - CREDO
ORACIÓN DE
LOS FIELES:
A cada una de las intenciones
respondemos:
"Danos fe para cumplir con gozo
tu voluntad, Señor"
v Para que todos los hombres recibamos el mensaje de amor y de paz en lo
más profundo de nuestro corazón, Oremos...
v Para que en el pueblo de Dios que peregrina en esta diócesis se realice
una efectiva renovación, según el Espíritu de tu Hijo, Oremos...
v Para que la Navidad
no sea una mera celebración material, sino que todos los creyentes celebremos esta
fiesta profunda y espiritualmente, con la alegría de que el Señor viene a
hacernos verdaderos hijos de Dios, Oremos...
Podemos
poner en común nuestras intenciones personales, respondiendo:
Te lo pedimos Señor
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Presentemos
a Dios, junto al pan y el vino para el sacrificio, un corazón limpio y abierto
para recibir en nuestras vidas a su Hijo que viene a traernos la liberación.
Acompañamos cantando:
SANTO - CORDERO
COMUNIÓN:
María estaba
en comunión profunda el que llevaba en sus entrañas. Esta comunión la llevó a
estar también, decididamente, con Isabel que la necesitaba. Que el fruto de
nuestra comunión sea también el estar decididamente al lado de quienes nos
necesitan.
Nos acercamos a comulgar con el canto:
*
DESPEDIDA:
Como los profetas y Juan el Bautista, anunciemos
al mundo, con alegría y esperanza, la venida del Salvador.
Nos retiramos cantando:
*AVISOS: VAN LUEGO DE LA ORACIÓN DESPUÉS DE
LA COMUNIÓN , ANTES DE LA BENDICIÓN. O CUANDO
LO INDIQUE EL CELEBRANTE)
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